martes, 18 de noviembre de 2008

Politica fiscal contra ciclica

Joseph Ramos
Profesor
Facultad de Economía y Negocios
Universidad de Chile


Estados Unidos acaba de aprobar una reducción transitoria de impuestos de US$ 165.000 millones (algo más de 1% de su PIB) para estimular la economía frente a la tendencia recesiva que se avecina. Esto se suma a recortes fuertes en la tasa de interés. En otras palabras USA está recurriendo al arsenal completo de instrumentos – tanto política fiscal y no sólo monetaria - para contrarrestar la fuerte desaceleración en crecimiento y hasta posible caída en producción que se
viene encima. Esta no es la primera vez que se echa mano a una política fiscal contracíclica para enfrentar tendencias recesivas en la economía norteamericana. Se hizo lo mismo en las recesiones de 2001 y 1991. Señalo esto puesto que en Chile nos hemos acostumbrados a pensar que el esfuerzo contracíclico es esencialmente asunto de la política monetaria. Nos conformamos con que nuestra política fiscal sea neutra al ciclo. En efecto, nuestra regla de superávit estructural de 1/2% del PIB limita nuestro gasto público a los ingresos fiscales que tendríamos si el precio del cobre fuera “normal” y la economía estuviera en pleno empleo, aún cuando estos pudieran ser mayores, como hoy, por estar viviendo una bonanza de precios, o menores, como en 1998-2001 por estar en ese entonces la economía en recesión y el precio del cobre en el suelo. Nuestra política fiscal, pues, es neutra al ciclo, pero no es contracíclica. Una política fiscal verdaderamente contra cíclica elevaría el gasto fiscal o disminuiría los ingresos tributarios transitoriamente en situaciones recesivas, tal como lo hace USA en este momento, y reduciría el gasto fiscal o
elevaría los impuestos transitoriamente durante períodos de sobrecalentamiento . Por cierto, la economía chilena no está en recesión ni cerca de ello, mas el punto es que de llegar a serlo, como fue el caso en 1999-2000, con la crisis asiática, puede que sea deseable un impulso fiscal y no sólo una tasa de interés más baja para reactivar la demanda. En efecto, en situaciones recesivas, con bajas ventas por insuficiente demanda agregada, una tasa de interés baja puede ser un instrumento demasiado poco potente para inducir un mayor gasto, suficiente para contrarrestar el efecto depresivo sobre el gasto de expectativas negativas. De ahí lo atractivo también para Chile de poder complementar la política monetaria con una política fiscal que definitivamente impulse un mayor gasto en situaciones recesivas, como acaba de hacer USA o lo frene en situaciones de sobrecalentamiento.
Uno de los problemas más serios de una política fiscal contracíclica es que requiere aprobar una ley para, por ejemplo, reducir los impuestos, aunque sea transitoriamente, como el caso de USA hoy. Como conseguir esta aprobación toma tiempo, y toma aún más tiempo de aquí a que sus efectos se den (tal vez mayo/junio en el caso de USA hoy), el instrumento fiscal puede llegar demasiado tarde para tener el efecto deseado. De ahí que algunos, incluyéndome a mí, hemos abogado por la aprobación de una ley que le permitiera (no obligara) a la autoridad reducir (elevar) transitoriamente los impuestos en situaciones considerada recesivas (o de
sobrecalentamiento). Se conseguiría un efecto tan potente como el actual recorte tributario en USA (algo más de 1% del PIB) si se permitieran reducciones (aumentos) transitorios del IVA hasta de 2 puntos. Para acotar la discrecionalidad del Ejecutivo, no se autorizarían tales
recortes (o alzas) al no ser que se hubieran sobrepasados ciertos umbrales en
valores críticos de la economía para calificar como recesión (o sobrecalentamiento). Por ejemplo, para ser considerada una situación recesiva, el PIB habría tenido que caer, digamos, por 2 trimestres sucesivos o el desempleo aumentado en 2 puntos en 12 meses. Y, para evitar que estas reducciones (alzas) se hicieran permanentes, se obligaría al ejecutivo a reponer los anteriores niveles de impuestos a lo sumo a los 6 meses desde que el PIB haya vuelto a subir por un trimestre (en el caso de una crisis recesiva) o haya descendido a niveles normales (desde niveles de sobrecalentamiento).
Por cierto, actualmente la economía chilena no enfrenta tendencias recesivas ni de sobrecalentamiento. Sin embargo, como una economía pequeña y abierta estará siempre sujeto a tales shocks. Por tanto, no hay mejor momento que ahora – cuando no se necesitan de estos instrumentos - para fortalecer su capacidad de reacción frente a tales futuras crisis. La regla de superávit fiscal ha sido un gran avance, al hacer el gasto público neutro al ciclo. Pero es la mitad del camino. Es el momento para complementar nuestra política monetaria contracíclica con una política fiscal contracíclica y no sólo neutra.

Politica fiscal y anti-inflacionaria.

Política fiscal y protección social en Chile

La estabilidad del desarrollo y financiamiento del sistema de protección social, una de las prioridades de la política fiscal de Chile en los últimos años, ha contribuido a reducir la pobreza y la indigencia, especialmente a partir de la década de 1990. El manejo de las cuentas fiscales ha sido prudente y se ha privilegiado la mantención de los equilibrios y la eficiencia de la gestión por encima de visiones de corto plazo. Aun así, la pobreza sigue siendo una realidad y los pobres continúan expuestos a drásticas reducciones de sus ingresos, lo que plantea desafíos relacionados con la modernización de la política fiscal y el desarrollo de un nuevo orden institucional del sistema de protección social. Este trabajo analiza tales desafíos y la relación entre los distintos papeles que ha desempeñado la política fiscal chilena en los últimos años.

ANDRES VELASCO Presupuesto 2009 Será Anti-Inflacionario

En su visita a la Comisión de Economía de la Cámara de Diputados, el ministro de Hacienda, Andrés Velasco, reiteró el compromiso del Gobierno con la meta de IPC, declarando que "la labor nacional y compartida es que esta inflación mayor no se perpetúe ni se propague, y la política fiscal lo hará continuando en la senda de estabilidad".
En ese plano, adelantó que en el presupuesto previsto para 2009 y que será presentado a fines de septiembre ante el Parlamento, "pondremos en práctica una política fiscal que sea cien por ciento coherente con la reducción inflacionaria", agregando que será un plan de gasto "responsable, sustentable, que hace un esfuerzo social, pero que es absolutamente anti-inflacionario. Así ha sido a lo largo de dos décadas y lo continuará siendo".
En la ocasión el titular de Hacienda hizo hincapié en que el desborde en el IPC es internacional, apuntando además que Chile es uno de los países que ha experimentado una menor caída en su PIB. "El origen de la inflación es importado. Cuando el IPC hoy es superior al 9% y vemos que 5 puntos de esos 9 tiene origen en un grupo pequeño de productos, la respuesta es clara", consignó.
Del mismo modo, llamó a hacer un balance realista de la situación económica. Y junto con hacer un llamando a evitar "los pesimismos injustificados y los tremendismos que caen mal", recordó a quienes critican su gestión que los gobiernos de la Concertación recibieron el país con un IPC del 30% y un deuda nacional del 70% del Producto.

Gasto Público afecta negativamente al crecimiento económico de chile

El gasto público en general tiene un efecto negativo en el crecimiento económico, y por tanto se debe reforzar su focalización en aspectos sociales que contribuyan al bienestar social, enfatizando la importancia del gasto en educación, por su impacto de mediano plazo, y en programas de subsidio directo como las Pensiones Asistenciales o más particularmente en la actual coyuntura, en programas de empleo de emergencia, así como también reducir los gastos innecesarios. Esta es una de las principales conclusiones del estudio de Libertad y Desarrollo "Impacto del Gasto Público en el Crecimiento y la Productividad", cuyo autor es el economista Rodrigo Castro, candidato a Doctor en Economía de la Universidad de Georgetown. El trabajo concluye que tanto el gasto total como el gasto de consumo en bienes y servicios como porcentaje del PGB tienen un efecto negativo y significativo en el crecimiento de la productividad. La estimación indica que un aumento de 10% en el gasto total hace disminuir...
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Descripción general de la Politica Fiscal

POLÍTICA FISCAL

La política fiscal es el uso de los impuestos y del gasto público para controlar la actividad económica de un país. Tal intento se indica explícitamente en la Ley de Empleo de 1946 en Estados Unidos y se expone en forma modificada en la Ley de Humphrey-Hawkins de 1978.

AUMENTO DEL GASTO GUBERNAMENTAL

El gasto gubernamental es un componente adicional del gasto agregado. Un único aumento en el gasto gubernamental para lidiar con una recesión puede beneficiarse del efecto multiplicador. Tal fue el caso del New Deal de Roosevelt. En el análisis de la filtración-inyección, el gasto gubernamental es una inyección que contribuye a mover la economía a un nivel de equilibrio más alto, y es muy útil en el caso de una brecha recesionaria.

SUBIDA DE LOS IMPUESTOS.

La subida de los impuestos reduce la renta y por lo tanto el gasto agregado. Si se imagina esta subida como un pago único, el gasto agregado se desplaza hacia abajo de forma paralela. Un aumento de los impuestos puede ser positivo en el caso de una demanda excesiva que causa inflación, o sea cuando se presenta una brecha inflacionaria. En el análisis de la filtración-inyección el aumento del impuesto es una filtración y se agrega al ahorro.

MULTIPLICADOR DEL PRESUPUESTO EQUILIBRADO.
Si el aumento en el gasto público es igual al aumento de los impuestos, el presupuesto es equilibrado. Un presupuesto equilibrado con aumentos simultáneos en gasto e impuestos no es neutral, sino expansionista. La razón es que los impuestos reducen el ahorro al igual que el consumo, y que la reducción producida por los impuestos es menor que el crecimiento debido al gasto público adicional. El valor del multiplicador de presupuesto equilibrado es 1.


POLÍTICA FISCAL DE KEYNES.
Keynes recomienda utilizar una política fiscal expansiva en una recesión: reducir los impuestos y aumentar el gasto. En el caso de la inflación, recomienda lo contrario.

EFICACIA DE LA POLÍTICA FISCAL.

La política fiscal expansiva puede no ser muy eficaz si ocurre un efecto crowding-out (desplazamiento de la inversión privada) cuando el gobierno prefiere financiar el gasto con préstamos en vez de impuestos o dinero nuevo. Esto puede ocurrir en una situación cercana al pleno uso de la capacidad instalada de las empresas o de restricción de divisas. El déficit fiscal puede generar efectos indeseables sobre la inflación, como el desplazamiento de la inversión privada, o bien ejercer presiones insostenibles sobre el sistema financiero. La lucha contra la inflación por medio de la reducción del gasto y el incremento de los impuestos puede ser ineficaz también si el exceso del presupuesto se utiliza para pagar la deuda.

EFECTO CROWDING-OUT.

Un efecto crowding-out ocurre cuando el gobierno pide un préstamo: la inversión privada de las empresas disminuye porque el riesgo para el prestamista es menor con el gobierno que con prestatarios privados. Así, el efecto es reemplazar la inversión privada, potencialmente deseable, con gasto público.

RETRASOS DE LA POLÍTICA FISCAL.

La eficacia de la política fiscal puede verse reducida también por la presencia de varios retrasos o demoras en su impacto. El retraso del reconocimiento se relaciona con la identificación del verdadero problema. El retraso administrativo proviene del tiempo que se tarda en poner en práctica los estatutos o reglamentos para implementar las nuevas políticas económicas. La causa del retraso operacional es el tiempo que toma observar y notar los efectos de los cambios impositivos, por ej. cuando se hacen reformas en los impuestos.

POLÍTICA FISCAL NO DISCRECIONAL.

La política fiscal no discrecional se ocupa de varios programas de impuestos y gasto público en curso. Éstos se dedican principalmente están al mantenimiento de los ingresos. Generalmente cambian poco e incluyen la Seguridad Social y los subsidios sociales y de desempleo


POLÍTICA FISCAL Y POLÍTICA ECONÓMICA.

La política fiscal es decretada por los gobernantes elegidos. Aunque la estabilidad económica es una meta importante del gobierno, no es su único objetivo. La seguridad nacional, la provisión de bienes y servicios públicos y la redistribución de la renta son algunas de las otras consideraciones importantes. Existe una gran evidencia de que a menudo los políticos se preocupan más de asegurar su reelección que de mantener la estabilidad económica.

POLÍTICA FISCAL EXPANSIONISTA.

Frecuentemente, las políticas fiscales expansionistas, tales como reducciones de impuestos o aumento del gasto público, se ponen en ejecución antes de las elecciones para producir indicadores económicos favorables. No obstante, este tipo de políticas fiscales tienden a producir inflación, y poco después de las elecciones debe ponerse en ejecución una política fiscal contraria. Además, las políticas fiscales expansionistas tienen una tendencia a aumentar el déficit presupuestario.